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30 ene 2012

Circles

Life is simple. Goes in circles. Te levantas de un salto de la cama porque si permanecieses más tiempo en ella, mirando el techo, a lo


mejor no te levantabas. Aprendes a no preguntar por qué te levantas. Life is simple. Te aseas de todas las formas que te han dicho que lo hagas. Aprendes a no preguntar qué sentido tiene si te vas a pudrir. Aprendes a no mirar al espejo para no ver como tu reflejo te devuelve la mirada. No enseña los dientes, no escupe mierda sobre otros, no te grita. Solo te devuelve la mirada. Ya no hay insomnio. Tienes mejor cara dice mamá y la cara es el espejo del alma, añade. Te caes y te levantas. Estar mucho tiempo en el suelo es una mierda, estar mucho tiempo en pie es una mierda aburrida. Life is simple. La cagas, la lías y la cagas. Te joden a posta, te joden sin querer y te joden mientras te sonríen. Maldices a la vida pero ella no tiene la culpa. Maldices a fuerzas superiores pero tampoco la tienen. Preguntas por qué y te contestan porque sí. Y punto. No hay más putas vueltas. Es cuestión de perspectivas, la droga te enseña eso. Te enseña cuan insignificante es en realidad la insoportable levedad del ser. Todo puta química, ¿sabes? El vaso está medio vacío pero un chute de dopaminas y endorfinas lo convierten en un vaso medio lleno. Tu cerebro te engaña. Es el mismo vaso. Ansiedad pre-coital, coito, depresión post-coital. Puedes intentar romper el gran círculo o fluir con él. ¿Pero sabes qué? Tampoco importa. El Kha arrolla y tú no eres más que un ser humano. Materia de vida que se apagará en lo que al Universo le parecerá un bostezo de aburrimiento. Para bien y para mal. Life is simple. Ella te sonríe, ellos palmean tu espalda, los otros miran al suelo cuando pasas y lees envidia en sus nucas. Pero tu supuesta estabilidad es tan efímera y frágil como la de una pirámide de naipes. Una simple tos y estarás de nuevo en el suelo. De repente ella te sonríe porque oculta algo, ellos palmean tu espalda porque luego se burlan de ti cuando no miras y los otros miran al suelo cuando pasas porque te tienen pena. Estarás de nuevo en el suelo, contemplando tus nuevas heridas mientras aquellas que ingenuamente creías cerradas vuelven a sangrar. El dolor no se destruye, se recicla. Pero escupes en tus heridas porque nunca confiaste en la mercromina y te levantas. ¿Para qué? ¿Por qué? Porque sí y punto, porque en eso se basa el juego. En echarle más cojones. Te levantas de la cama de un salto porque si permanecieses en ella mirando el techo a lo mejor no te levantabas. Aprendes a no preguntarte porqué te levantas si sabes que nada tiene sentido y punto. Y te lavas la cara y al mirarte en el espejo tu reflejo te devuelve la mirada en silencio. Así que le espetas:


-  ¿“The King stay the King”? Ya lo veremos.


Y te marchas. Life is simple. Goes in circles. 

24 ene 2012

Hemos nacido para NO



No quiero tener una tarjeta de visita con mi nombre impreso en ella. No quiero un Mercedes. No quiero irme de putas los sábados por la noche mientras mi mujer aguarda en casa. No quiero tomar rayos UVA. No quiero un traje Gucci. No quiero ir a BORA BORA, ¿qué coño hay interesante en BORA BORA? No quiero tener más de una tarjeta de crédito. No quiero firmar ningún contrato por un 10% de lo que me pertenece por pleno derecho. No quiero ser abogado. No quiero ser arquitecto. No quiero ser fontanero. No quiero que la gente me reconozca por la calle y me obligue a parar como si no tuviese nada mejor que hacer que charlar con ellos. No quiero bajarme de una limusina y que empiecen a saltar flashes. No quiero gafas de sol carísimas. No quiero jamones ibéricos cortados en finas lonchas en un plato de porcelana fina, el serrano en tacos gordos en un bocata chorreando aceite y tomate es infinitamente mejor. No quiero aprender a jugar al golf. Ni a montar a caballo. No me interesa como funciona un hipódromo aunque Hank me lo haya contado mil veces al oído. No quiero hacer un trío. No quiero un jet privado. No quiero coca. No quiero que nadie me meta la lengua en el culo como a Rocco Siffredi. No quiero que me acerquen demasiado ningún micro con espumilla porque siempre me he preguntado cómo sería morder uno. No quiero vivir viajando en avión. Ni en metro. Odio el metro. Madrid no me gustó una puta mierda. No quiero que nadie me presente a Dolce & Gabbanna, sean lo que sean. No quiero que el estrés domine mi vida y esta me domine a mí, quiero dominar mi vida y que esta domine al estrés. No me interesan las tragaperras. No quiero una bodega llena de vinos caros, quiero un frigorífico lleno de Alhambra Mezquita. No quiero que mis hijos vayan a un colegio privado. Ni que se críen el centro de la ciudad, sea cual sea. No quiero epílogos. Solo un capítulo tras otro de mi vida, sin tiempo al descanso. No quiero jubilarme. No quiero dejar de escribir. No sé qué quiero. Pero tengo claro lo que no.

3 ene 2012

Bye bye fuck you.


Me miro al espejo y pienso que vaya asco. Es extraño eso de darse asco y pena. Es decir, mira como me tiembla la mandíbula. Los goterones de sudor que resbalan por mi frente y se deslizan suavemente por el huesudo puente de mi aguileña nariz hasta quedar atrapados en pequeñas gotas entre los pelos del bigote. Me lamo el labio superior y noto el regusto salado del sudor y las lágrimas. Empiezo a ver borroso y tengo el corazón a mil por hora. Supongo que se debe a las pastillas. Pronto empezarán a fallarme las piernas, después se me nublará la vista y por último perderé la consciencia y daré con la cabeza en el frío suelo de mármol del baño. Me viene una arcada y contengo el vómito. Está en camino. Pero voy a acelerar un poco las cosas. Las pastillas no serán el método. Solo algo que me de un poco de valor. Tengo el sudor por el cuello y el 44 apuntando. El dedo en el gatillo está crispado y me cuesta respirar. ¿Cuánto tardarán en encontrar mi cadáver? Días, supongo. La primera en echarme de menos será mamá. Pasarán días y le extrañará que no la llame. Así que llamará ella. Y nadie lo cogerá. Durante horas, y puede que días, llamará, pero nadie contestará. Al final vendrán y al abrir la puerta el olor a putrefacto de mi cadáver les golpeará en las fosas con la potencia de un martillo. La sangre corriendo por el pasillo hará el resto. Cierro los ojos y recuerdo todas las puñaladas por la espalda que he recibido. Demasiadas. Esas putas me robaron el tiempo con sus engaños. Recuerdo a mamá llorando y gritándome que soy una vergüenza para ella. Recuerdo cuando pillé a Esther en la cama con quién creí que era mi mejor amigo. O a Marga gritándome que soy un fracasado y que no piensa dejar que la arrastre a su caída, poco antes de coger el avión a Florida. Recuerdo cuanto me he expuesto a ese curro de mierda con ese jefe comemierda que se va de listo. Una vez que todo esté hecho no habrá marcha atrás. Ni tiempo para arrepentirme. Los muertos no se arrepienten de nada. El dolor que dejaré con mi marcha también morirá. Todo muere, ¿así que qué más da? I don’t really give a fuck. Aprieto los dientes y el gatillo. Y allí estoy, mirando mi cadáver y mis sesos desparramados por todo el suelo de mármol blanco del cuarto de baño. Los fluidos derramándose por la pared. Los miro con las manos en los bolsillos y expresión neutra. Ni rio ni lloro ni me enfado. Simplemente escupo a la cara de mi cadáver. Y digo:

-Bye, bye, que les follen, ya estoy despierto.

Texto basado en:

2 ene 2012

Luz.

Ya sé quien soy. ¿Y sabéis qué? No os va gustar. Y no es que eso me la sude, es que me encanta.



"He comenzado por el hombre del espejo y ahora pienso fallarles también"
C.Tangana

Feliz año nuevo