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3 sept 2013

El abismo que mira dentro de mí.

¡¡Hola!! Somos Agustín Martínez (MedioMilimetro) y Francisco J. López (Mad Furious Kid) y hemos hecho un corto usando canciones de Hip Hop como BSO y como parte de la narración de la historia.
El corto versa sobre el inconsciente y la teoría Freudiana de las 3 partes del YO (Ego, SuperEgo, Ello) y se compone de tres canciones, una para cada "parte" del individuo.
¡¡Muchas gracias por vuestro tiempo!!

14 jul 2013

Ella se llamaba Gloria y yo Fracaso II (Fragmento)


Poco después escucho las llaves de Gloria en la puerta. Apago el televisor y me escondo tras la puerta. Percibo que se asoma al salón y no me ve. La escucho andar por el pasillo de camino a la habitación. Mientras me llama. Salgo sigilosamente y avanzo tras ella. De un salto rápido la agarro por detrás y le tapo la boca.

-¿Y la caja fuerte?-digo con fingido acento.

Ella se libra de mis brazos y se da la vuelta. Me golpea con una de las bolsas que ha traído. Gracias a Dios sólo es ropa. Una vez había comprado un adorno para la mesilla que rompí con la sien. No sé cómo conseguí no romperme la sien también. Encima aún me recuerda el precioso adorno para la mesita que tuvo que romperme en la cabeza “porque soy un subnormal”. Me vuelve a golpear con la bolsa y yo retrocedo riéndome y protegiéndome la cabeza con las manos. Ella me grita “Imbécil” una y otra vez mientras sigue golpeando con la bolsa, aunque ahora la bolsa sólo corta el aire frente a mi cara. Mi espalda topa con la pared y bajo los brazos.

-¿Ahora, qué?-me dice con sonrisa de amazona-¿Dónde vas a huir?

-Yo no huyo nunca-le digo con mirada desafiante.

-Anda que no, cobarde-me dice- Tantos años y sigues sin admitir que te puedo.

Cuando me dice eso de “tantos años” se produce una escisión en mi alma. Lo noto porque me duele un poquillo cuando se divide. Ahora hay dos voces completamente diferentes dentro de mí. Una que me dice que ella es mi mujer, Gloria, con la que llevo “tantos años” y que sonríe ante esta idea. Y otra que me grita con dolor que ya van años, y muchos. Que lo que empezó porque sí, porque otra no me hacía caso, ha llegado demasiado lejos para acabar bien. Elijo ignorar la voz que grita y sonrío. Me separo de la pared y le hago un gesto con los brazos. Ella alza la bolsa y golpea pero yo se la quito con facilidad.

-¿Ahora, qué?-le digo-¿Dónde vas a huir?

Ella me mira sonriendo y se quita la camiseta. No lleva sujetador. Últimamente suele ir a casi todos lados menos al trabajo sin él, dice que va más cómoda y que se joda todo el mundo.

-Al único juego en el que si pierdo he ganado-me dice mientras se gira y empieza a andar hacia el dormitorio.


Se me borra la sonrisa mientras la sigo y pienso que estoy harto de intentar ganar en donde sólo se puede perder. Pero la sigo.

4 jul 2013

¿Será el karma?

Estoy en el balcón fumando. Pensativo. Giro la cabeza y escucho sus leves ronquidos. No son exactamente ronquidos. Se nota que es fumadora cuando duerme. Estoy hablando contigo otra vez. Me imagino que te cuento todo eso que sólo soy capaz de hablar contigo. Que estoy tomando un café contigo, sin importar cómo hemos llegado a esa situación. Sabes que siempre he sido así, odio las introducciones. Nunca sé cómo empezar un relato. Justo en medio. Justo cuando empiezan a pasar cosas. ¿Qué sentido tiene todo lo demás? No importa si nos cruzamos por la calle o si me llamas porque quieres verme. El caso es que estamos donde siempre, tomándonos un café. Hace años que no piso ese “donde siempre”. Imagino que estamos ahí, tomando café, y yo te cuento que me he vuelto a follar a otra por algo que escribí sobre ti. Y tú mejor que nadie sabes cómo me siento con respecto a ello. No sé cómo ocurrió esta vez. Pensé en ti como estoy haciendo ahora y escribí una gilipollez demasiado romántica para que fuese cierta. La balanza no deja de desnivelarse. No sé cuántos años hace que no escribes sobre mí pero yo a veces siento la necesidad de contar algo sobre ti. Y vuelvo a hacerlo. Siglo XXI. 2013. Pero otro niño muere en Tailandia. Manda cojones. El caso es que al día siguiente tenía todo lleno de mensajes de mujeres que no conocía. Ya sabes, la mierda de siempre. Tías que me confunden con lo que escribo. Pero no voy a ser yo el que las saque de su error, o al menos no antes de follármelas, claro. Sí, sigo siendo así. No puedo evitarlo, ¿qué cojones quieres que haga? Todavía salgo de fiesta y me presentan al colega de un colega y cuando empieza a hablar de lo último que leyó sobre mí me dan ganas de vomitarle en la boca. ¿Por qué me costará tanto abrirme a la gente? ¿Por qué no me dejan en paz? Como si yo me desangrase en el cuaderno para que me palmeasen la espalda. Me desangro en un folio por no manchar el suelo, que mi madre se enfada. No escribo sobre ti para que otra me considere profundo y sensible y venga a chupármela. Vuelvo a mirar hacia atrás y pienso que la chica que dormita en mi cama me la puedo ligar cualquier noche en cualquier bar sin hacer referencia a que escribo. Sí, estoy seguro. Y ya sé lo que piensas porque me lo has dicho muchas veces. Sé que si otros ligan por guapos o simpáticos por qué no ligar yo por escribir bien. Al fin y al cabo el que es guapo lo es sin mérito y yo me curro lo mío. Pero algo le sigue fallando a tu hipótesis. No me parece justo. No sé definir el por qué exacto pero no me parece justo ni de lejos. ¿Será el karma? Y en tal caso, ¿se supone que es una recompensa pero estoy tan jodido que no soy capaz de disfrutarla o realmente me han enviado todas estas mujeres como castigo? No sé qué me pasa con las insatisfechas y las locas. Soy como un puto faro para ellas. Se creen que las voy a salvar o alguna mierda así. ¿Y a mí quién me salva? Pregunto. De repente caigo en que no estoy hablando contigo. Estoy desnudo en el balcón fumándome un cigarro. Ni siquiera me quedan porros. Llevo un buen rato con el cigarrillo a mitad apagado entre mis dedos. Lo tiro a la calle y me marcho con gesto agrio a la cama. Yo seré un borde pero esta chica me está quitando la cama. Me acuesto a su lado y rezo a todos los dioses que conozco pidiendo que no me abrace mientras duerme. No lo hace. Por un momento recuerdo que he olvidado contarte que la chica esta ni siquiera ha leído nada mío anterior a 2011. Sí, y aun así le gusta lo que escribo, que quieres que te diga, yo tampoco lo entiendo. Al momento siguiente recuerdo que ni siquiera he hablado contigo. En la oscuridad de la noche me concentro. Intento mandarte pensamientos. De repente un brazo izquierdo se apoya en mi pecho. Interrumpe la conexión. Uso todas mis fuerzas en no cabrearme. Me levanto y cojo una lata de cerveza de la nevera. Después enciendo otro cigarrillo en el sofá y me recuesto a mirar la tele apagada.

21 jun 2013

Los huevos por corbata.

Ella se ríe en voz baja y yo tengo los huevos por corbata. Paseando por mitad de un pueblo de Valencia cuyo nombre ya habíamos olvidado. Ella se ríe de alguna gilipollez que hemos dicho. Y de repente yo caigo en la cuenta y me acojono. Ella me suelta la mano y corre hacia una fuente. Veo como empieza a quitarse la ropa y me insta a pegarnos un baño. Le digo que no me apetece y que la espero liando a la sombra. Desde allí la veo de lejos y el miedo me sube por la garganta. No baja. Sube. Sólo hace tres horas que le he dicho que estaba hasta la polla de todo y que quería hacer una locura. Se ha plantado en la puerta de mi casa con su coche y me ha mandado un wassap: "Baja. Tráete ropa". Y poco a poco empiezo a darme cuenta de que es muy probablemente ella. No puede ser si no ella. Y la miro bañarse en una fuente con agua medio verdosa en un pueblo perdido de la mano de Dios, sin saber dónde vamos a comer ni a dormir pero ambos hemos recordado quienes somos y que nos importa una mierda todo eso. Y mientras le doy el pellizco al papel pienso en que no era un farol. Existe. Y ahí esta. Es ella. Y yo estoy cagado de miedo pensando en cómo cojones voy a hacer para no perderla.

6 jun 2013

Volvéis a confundirme con el Fafi y me vuelvo a partir la polla. Ya tenéis una edad para ir atando cabos.

5 jun 2013

O vuelves.

Que cruel puedes ser. Recuerdo cuando te dije que era mucho peor persona que tú y te limitaste a reír entre dientes. Me cogías la mano muy fuerte y te sentabas sobre mí en los bares. Prácticamente me exhibiste ante el resto de hombres que tuviste en vida mientras les decías: “Es este. Jodeos pues es este”. Y yo sonreía con todos los dientes (cuando aún era capaz de hacerlo) y decía que sí. Tenías razón. Yo era tuyo porque tú eras mía. Simplemente, como tantas otras veces en mi vida, me acojoné. Me acojonaste mucho. Yo no quería ser de nadie. Que irónico que ahora no pueda dejar de ser tuyo y tú nunca vayas a volver a ser mía. Tenías razón. Yo te llamé flipada en mil idiomas y me fui de allí escupiendo al suelo y gritando que no tenía collar. Que imbécil. Tenías razón. No pasa un día sin que me arrepienta. Siempre fuiste mucho más orgullosa que yo. Y mucho más cruel. Tenías razón. Así que me rindo. Ahí lo tienes. Dijiste que sólo me iba a rendir una vez en mi vida e iba a ser ante ti. A cambio pido un presente. También dijiste que rendirme tendría una recompensa, ¿no? Pues te pido, por todos los dioses, de rodillas, como tú prefieras, te ruego:

O vuelves o dejas de hacerte más guapa cada puto día que pasa.

1 jun 2013

21 gramos en una caja de aceitunas.

El flan. El karma. Mi alma y su jaula.
21 gramos en un bote de aceitunas.
La ropa sucia como la conciencia y las dudas.
El peta consumido como la esperanza y la hucha.

A por todo y a muerte como Lope.
Aunque pierda el control como Truman Capote
Como Stephen Leacock creo en crear mi suerte.
Creo en mi padre y en que ella no vendrá a verme.

22 may 2013

XIV

El otro día caí en la cuenta de que no recuerdo tu coño. Intenté con todas mis fuerzas recordarlo. Su textura, su olor, su sabor, el tamaño de tu clítoris...Nada. Se me ha olvidado. Hubo un tiempo en el que temí este día. Me aterraba la posibilidad de que simplemente llegase. Pero cuando llego el momento...no sentí nada. Y ya esta. Nada. Indiferencia. Supongo que por eso lo he olvidado, porque me importa una mierda.

19 may 2013

Sobre ex novias.

La calidad de una persona con la que mantuviste una relación es medible mediante la forma en la que comenta una entrada en tu blog cuando ya no estáis juntos.

Si lo deja en anónimo no merece una mierda. Perdiste el tiempo.

Si lo deja con su nombre algún día sonreirás al recordarlo y pensaras: "Mereció la pena intentarlo"


Hay algunas que sois anónimas ya también en mi vida. Se os relega a la categoría de "con la que estuve el año pasado" o "esa que llevaba el piercing" o "la de x pueblo".

IX

Dejad de buscarme en lo que escribo. Escribo para esconderme.

10 may 2013

Cállate, maricón.






-Cállate, maricón-le digo mientras le pongo la mano en la boca. Le pego un par de estocadas fuertes, con toda la fuerza de mis caderas, levantándome sobre mis puntillas. Le falla una mano y se da en la cabeza con la puerta. Es la tercera vez que se lo hago. Le pido perdón y él se queja. Me río entre dientes. Me encantan las locas, no puedo evitarlo. Creo que hay alguien pajeándose en el baño de al lado. Me lo follo mas fuerte. Me encanta que la gente se pajee imaginándose que es yo. Me pone super cachondo vivir lo que ellos sueñan.

8 may 2013

V.



Dice que tengo complejo de escritor.

Le como el coño hasta que sus gemidos son poesía.

IV


Aquel día aun sabiendo que mentíamos yo juré volver y tu esperarme.
Al final yo no me fui y tú te cansaste.

7 may 2013

El lamento de Longinus


Clavé a Jesucristo en la cruz y bebí su sangre creyendo que me haría eterno.
Nunca podré volver a pobrar la sangre de un Dios. 
Sabía a la quemadura química que se le queda al iluminado en el alma. 


12 abr 2013

Le doy forma con un escalpelo.

Me meto los dedos en el corazón, me quito la espina, y la sangre que mana de la herida se derrama en el folio.

29 mar 2013

Sobre drogociencia.

Para saber sobre una droga, lee sobre ella. Para tener una breve noción pruebala una y mil veces en todos sus estados y también en todos los tuyos. Para conocerla, abusa de ella.

10 mar 2013

Furzia Siniestra. Introinvocación.

Despierto. Me están invocando. Siento que lo están haciendo. No sé cómo lo hago pero así ha sido siempre, desde hace eones. Hay un grupo de humanos invocándome. No suelo ser invocado, hay muchos otros que gozan de mayor popularidad. Yo sólo sirvo a un propósito al fin y al cabo. Tampoco es que resulte fácil llamarme. No tengo nombre. No sé muy bien cómo sentirme con respecto a ello. Es decir, casi todos los demás lo tienen, incluso muchos. Yo no tengo ninguno. No sé cómo sentirme por ello por lo que decidí no sentir nada. Me llaman. Llorando de odio. Sangrando los lagrimales de apretárselos con los puños presos de la rabia. Palabras en un idioma que nunca debió existir y que sus cuerdas vocales no están diseñadas para hablar. Elijo mi forma de humano y acudo a su llamada. El suelo esta frío tras la piel de mis rodillas. Me fascina hacerme humano. Creo que por el cúmulo de sensaciones estúpidas y terriblemente insignificantes que tienen. Son una raza demasiado débil, incluso para su dimensión. Levanto la cara y recuerdo los colores, la luz, las formas...las asimilo y les veo. Son cuatro. Uno de ellos tiembla levemente. Otro gime: "No puedo creerlo, ¡ha funcionado!". No conozco el idioma aunque lo entiendo. Toco mis ropas y recuerdo lo sensitivo de la piel de mis manos. Es curioso cómo pasa el tiempo en esta dimensión. Sus ropas son muy diferentes a las mías. He tenido otros trabajos desde la última vez pero a mí no me ha parecido que haya transcurrido tanto tiempo. Uno de ellos da un paso. Recuerdo como funcionan mis músculos y me yergo. Soy el más bajo de la sala. Los humanos no eran tan altos la última vez que vine, pero no me importa. Mi forma es irrelevante. Da otro paso y extiende un papel a mi mano. Nombres en sanscrito. Les miro. No era necesario este idioma y no es el que ellos están hablando. Supongo que creen que así debe ser. No me importa. El líder se pasa la lengua por los labios. Se arma de valor. Le espero. No tengo prisa. Por fin habla.

-Por favor, tarda mucho en matarlos-me dice. Sigue aguantando mi mirada.

Recuerdo cómo era mi sonrisa y se la muestro. Baja la mirada. Me desvanezco, viajo, y cobro forma en otro lado.



¿Cuántos lustros son "mucho" para un humano?

29 ene 2013

Silvestre.



Mira sus garras y suspira. Lleva dos meses en el mismo barrio. Eso es raro en un vagabundo como él. Los demás no le entienden. Primero se reían y ahora le aconsejan que se vaya. Sabe que acabará matándolo. Piensa en todas las humillaciones que ha sufrido. Le ha pillado la cola tantas veces que hay un trozo de ella que no siente. Se le está cayendo el pelo. Sus bigotes se han tornado grises o así les parece verlos. Quizás es ese su estado anímico y punto, pero hostia puta. Lo necesita y no importa que le mate conseguirlo, aunque nadie más lo comprenda. El dolor que siente el depredador cuando la presa se burla de él. Una y otra y otra vez. La locura. ¿Si no eres un depredador que eres? Necesita darle dónde más le duele. Se lo va a comer vivo, por supuesto, pero eso será después de que vea como la abuelita muere. Por su puta culpa. Por pájaro hijo de puta. Siempre con sus ojillos. Siendo el bueno. El mono. El héroe. Y al villano le crujen las tripas mientras espera el ocaso. Cuando la abuela duerma entrará por la ventana. Esta vez sin fallos. Lo primero que hará será bloquear la jaula de Piolín. Ya se la ha jugado así otras veces. Después llevará a la abuelita, aún medio dormida, ante el pájaro y le pegará un tiro en la cara. En su puta cara. Justo en los ojos del pájaro hijo de puta. Y luego se lo comerá vivo por supuesto. Mientras llora. No ha pensado en qué pasara después de que se coma al pájaro. No quiere pensar en un después de que se lo coma. Sólo comérselo.  Se levanta mientras anochece y acaricia su Colt. Y que le den por culo a ACME

25 ene 2013

La tercera vez.



Eran como las tres de la madrugada. De una noche nimia y un pelotazo importante. Fue la primera vez que me enfadé con ella enserio. No enfado de gritos y litros rotos contra el suelo y unos cuantos "no quiero volver a verte en mi vida" que acaban en abrazos en la cama y susurros de "dime que siempre me perdonaras estas mierdas". Enfado de decepción. De caérseme el mundo encima. De gesto crispado y rostro lívido. De ojos de "no me lo creo". Estaba yo apoyado contra la pared, vaso en mano izquierda, cigarro en la oreja, charlando. Estaba haciendo reír a tres chicas que no conocía de nada pero se habían venido de fiesta con nosotros por casualidad. En esos tiempos siempre acabábamos de copas con desconocidos que nos cruzábamos en la calle. Entonces ella vino, me susurró algo al oído y fue a besarme. Me quedé helado. Iba a ser la tercera vez (sin relativismos, la tercera literalmente) que me besaba en público. La detuve. Me miró extrañada.


-No soy una farola-le dije con el gesto crispado y el rostro lívido. Con ojos de "no me lo creo"-Y tú no eres un perro.

-¿Qué?-dijo ella sonriendo

-Que no me gusta que me meen encima para marcar territorio


Y me marché a otra parte. Cubata en mano derecha, cigarro en la oreja, tropezando en la calzada. Ella hizo el amago de venir detrás de mí, pero con una mirada le dejé claro que no lo hiciese. No me lo podía creer. Me estaba tratando como a un objeto. Me sentí como una pelota en el parque. "¡Eh, ese es mi balón, búscate el tuyo propio!" La gente me miraba mientras mascullaba "¿Quién coño se ha creído que soy?". Ella, la reina del amor libre, la de las teorías sobre las relaciones estables, celosa. Mandaba huevos. Celosa de una niñata con septum y una clave de Sol tatuada detrás de la oreja. No pude si no reírme  Celosa. Se había puesto celosa. Igual era la primera vez en su vida que se había atrevido a manifestarlo. Y había sido mi causa. Me reí un poco más y la gente siguió mirándome raro. Entonces apuré el ron y eché a andar hacia ellos. Me miró con ojos de pedir perdón. Y la besé por tercera vez literalmente en público. Ella se echó a reír. Me quitó el cigarro de la oreja y se lo puso entre los labios. Me guiñó un ojo y se fue. Quería su beso y lo había tenido. Me giré y me fui a hacer reír a las tres chicas modernas con cara de "esta esquina ya tiene su perro".

15 ene 2013

Flashazos

Hola! Veréis tenía algo así en mente desde hace tiempo y estoy empezando a darle forma. Voy a crear un canal de Youtube titulado “Flashazos” en el que iré subiendo videos de todo el que quiera mandar algo. La idea es un video (preferiblemente muy corto) en el que recitéis un poema, leáis un fragmento de una novela, simplemente digáis una frase bonita, leáis un trozo de una canción que os mole…lo que sea. Para que os hagaís una idea de momento tenemos una acapella de 20 sgs, alguien leyendo un fragmento de Lovecraft, alguien leyendo un fragmento del cómic Watchmen, un solo de guitarra muy breve… Cualquier cosa vale. No importa si en el video salís vosotros, una imagen, un poster de vuestro cuarto, un muñeco, si lo grabáis mientras andáis por la calle…con el móvil, con la webcam, con la réflex de tu colega o la cámara de video vieja de tu padre. Cuando te aburras en casa o cuando estés fumadísimo con alguien en un banco. O mientras tomas café. Lo que sea. Grabaos. Los que estais fuera enseñad vuestra siuda. Los videos me los podéis ir pasando a:

mad.furious.kid@gmail.com

O los que los grabéis con el móvil ruládmelo al wassap, si no lo tenéis me lo pedís. Un besazo.

14 ene 2013

Despierta empapado en sudor.

Se despierta empapado en sudor. Abre los ojos y la luz que entra por la ventana le ciega. Ha soñado una historia de amor. A veces le pasa. Pero esta vez ha sido mucho más intensa de lo normal. No ha soñado algo fragmentario si no una historia completa. Se encuentra con ella por la calle, quedan, se enamoran…Recuerda una conversación en especial. Bonita, muy bonita. Siente dos cosas inmediatamente, la que primero llega es el dolor. Lo ha soñado. No es su vida. Recuerda su vida. Dolor. La que llega justo unas décimas de segundo más tarde es el impulso de saltar de la cama. No lo hace. Pero sí que baja de ella rápidamente y corre a su escritorio. En él ya hay un folio desnudo y un bolígrafo que debería hacer las veces de aguja de coser. Antes cosía vestidos preciosos para los folios. Se sienta e intenta recordar. Lo tiene todo en su cabeza. El encuentro, la conversación, las primeras miradas tímidas, lo que siente cuando ella le toca la mano por primera vez, en un descuido, cogiendo una taza de café que él sostiene. Escribe:

“Ella se llamaba…”

Intenta recordar. Lo tiene todo ahí. Pero cuando exhala el aire se desvanece. Ya no recuerda nada. Hace tres años que no publica una novela. Su editor empieza a cansarse. Dice que no puede vivir eternamente de los derechos que generan las dos películas que han hecho sobre sus obras. Ni con lo que gana de las ventas de las viejas. Eso seguro. Tiene vicios caros. Necesita escribir algo. Decide describir su dolor pero cuando se concentra en él también desaparece. Y no siente nada. Sólo vacío. Intenta llorar. Es lo que debería hacer en una situación así. Pero no puede. No siente dolor que describir. No siente nada. Sólo está cansado. Tiene ganas de volver a la cama. Lleva tres años sin sentir nada excepto cansancio. Va al baño y orina. Mira al espejo pero no se ve reflejado en él. Y no hay nada en su pecho. No siente nada. Sólo vacío. “¿Cómo describir el vacío?” piensa mientras se vuelve a sentar al escritorio. El folio en blanco le mira y no tiene respuestas. Él tampoco las tiene. Intenta escribir pero no puede. Se duerme con la cabeza apoyada en el folio. Cuando despierte este tendrá la huella de su frente sudorosa en él. Y nada más.



Se despierta empapado en sudor. Abre los ojos y la luz que entra por la ventana le ciega. Ha soñado algo extraño. Ha soñado que soñaba y despertaba siendo otra persona. Alguien le agarra la mano bajo el edredón. Se gira para mirarla.

-¿Qué ocurre?-masculla ella con media boca, la otra presa de la duermevela y la almohada. Sus grandes ojos marrones están cerrados pero le miran.

-Sólo una pesadilla, duérmete-le dice apretándole la mano suavemente-He soñado que no eras más que un sueño.

Y se gira. Sólo está cansado. Tiene ganas de seguir durmiendo. Sin soñar.

11 ene 2013

Nigromancia.

¿Y cómo difundir luz si cada vez que la creo entre mis manos el agujero negro que hay en mi pecho la absorbe y la transforma en otra cosa?

10 ene 2013

El abismo tailandés.

Sólo una noche. De delirio y sudor febril. Darme la vuelta y encontrarte entre mis sábanas. Hacer el amor hasta quedarme dormido y exhausto aún dentro de ti. Y que me abraces mientras duermo. Sin yo tocarte. Sólo una noche coño. Ya veré cómo afronto el despertarme y que no estés.


Hoy el del espejo me ha mirado con una mirada que conozco pues es mía. Una que no me gusta que me haya lanzado. Y sin reírse, ni gritar ni nada, casi llorando, ha dicho:

-Otro niño muere en Tailandia*. Cada día me fallas más, hijo de puta-he notado el dolor en su insulto y no la rabia y aún ha seguido hablando-No me gustas una mierda. Te quedas solo, paso de ti.



Ya no sé si soy el abismo o la mirada.


*Referencias

6 ene 2013

El observador.



Recuerdo que fue hace mucho pero que mucho tiempo. Yo tendría trece o catorce años por suponer y así poder movernos en términos concretos. Esperaba expectante apoyándome sobre una y otra pierna alternativamente. Él leía concentrado. Incluso cogió una silla para sentarse. Era la primera vez que enseñaba algo a alguien que no fuese mi padre.




-Me gusta mucho-me dijo mirándome a los ojos.




Volvió a mirar el par de folios y levantó la mirada de nuevo hacia mi.




-De verdad-añadió.




Sonreí satisfecho. Intenté quitarle el relato. Lo alejó del alcance de mis manos.




-Sin embargo-dijo-Debes ser más meticuloso con los detalles. La descripción del lugar es inconclusa, y por otra parte, dos chicos normales de dieciséis años jamás hablarían así.




-¿Cómo que no?-le dije yo ofendido (nunca se me ha dado bien encajar críticas)- Lo he escrito yo y tengo menos.




Y se echó a reír. Y no una risa fingida para dar pie a sus palabras. Se echó a reír de verdad, agarrándose el vientre y mirándome con los ojos entrecerrados.




-Pero tú no eres un normal y nunca lo vas a ser-me dijo-Tú tienes que ser un observador. Escuchar a la gente. Y reflejarla tal como es.




No me hizo gracia. Cogí el relato, un par de chicles de menta y me fui al callejón a fumarme un cigarrillo medio roto que guardaba en la goma de los calzoncillos. Releí el relato mientras pensaba en sus palabras y fumaba. Me sentí muy solo. Lo rompí en pedazos y lo dejé allí. Entré a la casa mascando chicle y con las manos en los bolsillos. Me puse la capucha y me fui a un rincón del sofá a ponerme el mp3. Caí en la cuenta de que en aquella casa, entre ellos, me sentía tan solo como en el callejón fumando en silencio mientras pensaba. Y que en el callejón estaba más cómodo. No tenía que fingir prestar atención a nada que no fuesen mis pensamientos. Poco después caí en la cuenta de que siempre me sentía igual de solo que en el callejón.




El fin de semana siguiente, cuando llegué a la casa, lo hice sin capucha, y me quité los cascos. Me senté en una silla. Y me mezclé. Hablé con ellos. Los observé. Desde entonces me dedico a eso. Observo y plasmo. En mi eterno cigarro en el callejón hablando conmigo mismo.

5 ene 2013

Tourniquet aka Ella Nunca Creyó En Mi

Ella nunca creyó en mi.
Y me duele tanto.
Que no sé cómo escribir un poema sobre ello.

Ella nunca creyó en mi.
Y yo estoy empezando a dejar de hacerlo.
Y me duele tanto.
Que ni me apetece escribirlo.

Treparé almenas
Conquistaré torres
Invadiré castillos

Y cuando con ojos desencajados
me pregunten el porqué de su muerte
les diré:
Ella nunca creyó en mi.

Cuando me pregunten
Que me mantuvo vivo en ese invierno
les diré:
Ella nunca creyó en mi.

Y cuando todo caiga preso de mi oscuridad
Se lo enseñaré a ella
 Y le diré:
Nunca creíste en mi.

Y ella reirá con burla,
echándose hacia atrás el cabello
Y dirá:
Nunca me importó que fueses capaz o no.
Puedes pudrirte solo en tu Torre Oscura.

2 ene 2013

¿Por qué escribes?

Por Sid Vicious. Por Chinaski. Por Cobain. Por el Migue. Por Morrison. Por Quevedo. Por Poe. Por Vega. Por Valdés.

Por los que ya no pueden. Para que no se os olvide.

Por tus puñales. Por mis heridas.

Que ellas no pueden. Que no caigan en el olvido.