UA-67049947-1

31 jul 2009

Ponme lo que quieras


-Ponme lo que quieras-dijo el hombre de la camisa blanca

En todos sus años como camarero Juan creía que era la primera vez que alguien le decía eso

-¿Cómo?-dijo Juan

-Que me pongas lo que quieras-repitió el hombre-Pero que lleve alcohol

Juan se sintió obviamente intrigado por el hombre. Deseaba conocer su historia. Al fin y al cabo su bar no era precisamente familiar, o cualquier sitio donde los jovenes viniesen de marcha a armar escandalo. No, el uso del alcohol se había normalizado, se habia prostituido. Su bar era para gente que realmente necesitaba el alcohol. Gente con historias interesantes sobre vidas vacias o rotas. Se giró y agarró el Jack Daniels, le sirvió un whiskey doble, quizás así el tipo empezaría a hablar. Realmente le intrigaba. Era demasiado joven para tener problemas con los hijos. No tendría mas que treinta años. ¿Un corazón roto? Le gustaban las historias sobre mujeres. Por fortuna él seguía felizmente soltero, pero lo cierto es que aún era joven.

-¿Porque necesitas el alcohol?-dijo Juan

-¿Porque necesitas tú el aire?-dijo el hombre llevandose el vaso a los labios y dandole un profundo trago. Ni siquiera pestañeó

-¿Mujeres?-insistió Juan alzando una ceja

El hombre hizo un gesto de negación con la mano con dejadez

-No-dijo-Ella se fue hace tanto tiempo que ni me acuerdo. Y se llevó mi corazón. Ninguno de los dos ha vuelto

-¿Entonces que tienes?-preguntó Juan. Refiriendose a sus problemas

-Lo único que tengo es esta vida-dijo el hombre alzando los brazos-Y no me gusta

El hombre sonrió amargamente y le dió otro trago lo suficientemente largo como para dejar la mitad del whiskey que le había servido

-Dicen que el tiempo lo cura todo-dijo Juan. Una de las facetas de su profesión incluía intentar animar a la gente. La gente no quería llegar al bar a escuchar los problemas de los demás, si no a olvidar su propio patetismo. Querían frases alentadoras que les hicieran creer que las cosas serían mejor, y que al día siguiente no estarían borrachos delante de un desconocido, contadole sus penas. Pero todos acababan volviendo.

-Mienten. Quienes quieran que te lo hayan contado mienten-respondió el hombre alzando la vista-El tiempo solo desgasta las cosas, las pudre, las entierra en lo profundo de tu mente. Los problemas dejan de lado otros problemas. Pero no los hacen desaparecer. Simplemente dejamos de pensar en ellos.

Juan reflexionó sobre esto. Aquel hombre se volvía más interesante por segundos. Además, sus ideas eran interesantes.

-¿Crees en el destino?-preguntó el hombre dando otro trago al whiskey

-No demasiado-dijo Juan encogiendose de hombros

-Yo sí-dijo el hombre-Creo que hay personas predestinadas a triunfar, y otras a fracasar.

-¿De veras?-dijo Juan mirando al hombre

Este asintió

-Preguntabas por mi historia-dijo-Mi historia es la de alguien que lucha contra su destino.

Apuró lo que quedaba del vaso de un trago y golpeó con el la barra levemente, lo empujó hacia Juan y dijo:

-Mi historia es la un fracasado que se negó a serlo

19 jul 2009

¿Que quieres?




¿Que quieres?
A menudo nos preguntan eso. Con demasiada frecuencia no sabemos exactamente que contestar, al menos yo. ¿Que quieres? No es tan sencillo. Pensadlo. Pensad en una lampara mágica, un genio emergiendo de esta y formulandoros la pregunta mágica. ¿Que quieres? ¿Dinero? ¿De verdad es eso lo que va a cambiarlo todo? ¿Quieres una fortuna? No, claro que no. No sé que quiero señor genio. Paso las horas...¿cómo? No se como paso las horas. No me importa. Las paso. Es lo único que sé. El reloj avanza. Y a mi me importa una mierda. Puede seguir avanzando, puede detenerse. Puede dar volteretas señor genio, que a mí no me importa. Y lo peor es que no hay razón. No, da igual todo lo que penseís todos los que me conoceís. Da igual lo que yo piense mañana, o pensé ayer. En lo más profundo hay una verdad absoluta. No hay razón. Ni siquiera hay una puta razón. Ni siquiera tengo un nombre que gritar desconsolado y borracho. Marta. Carmen. Son nombres bonitos para gritar borracho y llorando, con el corazón roto. Pero mi corazón no está roto. Y si lo está no se queja. Simplemente no está. No late emocionado cuando unos ojos me miran fijamente. No late emocionado nunca. Vanesa...ese también es un nombre bonito que gritar borracho. Pero Vanesa no existe. Señor Genio. Devuelvame mis ganas de vivir.

HASTÍO. (Del ant. fastío.) m. Repugnancia. II fig. Tedio, disgusto.
'hastío' también aparece en estas entradas
cansancio - empalagar - empalago - esplín - hastiar - lata - muermo - saturación


6 jul 2009

Mirror




Admiro muchas cosas. Muchos versos. Muchas canciones. Muchas palabras. Pero sobre todo admiro a esa gente, a esa gente que se levanta un día y cree en que verdaderamente puede cambiar el mundo. Admiro a las personas que luchan por erradicar la pobreza. Que creen en la paz. En la igualdad. Que tienen esperanza y fe en la bondad del ser humano. Admiro y envidio a todos y cada uno de esos hijos de puta ingenuos que creen que el mundo no esta abocado a la destrucción desde que el primer ser humano se descubrió a sí mismo. Cuando me miro al espejo me veo realmente como soy. No puedo evitarlo. Veo un monstruo con dientes afilados y recubiertos de sangre seca. Veo un monstruo que deja morir a los de su propia especie a miles de kilometros mientras él sufre esperando un nuevo capitulo de una serie de anime en su ordenador portatil conectado a traves de Internet con todo el mundo. Con todo el mundo privilegiado claro. Veo un monstruo que agacha la cabeza cuando un vagabundo le pide caridad. Veo a un monstruo que contamina y ensucia sin hacer nada por evitarlo. Me gustaría ser como aquellos que solo ven piel. Me gustaría tener fe en el ser humano. Me gustaría no ver al mundo como algo que se pudre lentamente. O me gustaría intentar hacer algo por evitarlo. Me gustaría no estar sentado en una mesa, mirando como el mundo se degrada y muere, con una cerveza en la mano, y una sonrisilla cruel en los labios. Me gustaría que en el último momento del mundo lo primero que pensase no fuese: "Jodeos. Todos. Todos y cada uno de vosotros lo merece". Pero no es así. Veo un Virus en mi espejo. Veo mi cara con profundas manchas negras, que se extienden día a día. Hasta que al final. Todos muraís para mí. Y sea libre.

Pd: Me voy a la playa. Esto estará inactivo durante el resto de las vacaciones. Espero volver más optimista. Pero lo dudo. Volveré más infectado.