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19 abr 2012

Hay días en los que; como hoy; despierto con un nudo en el estómago y unas impulsivas y terribles ganas de llorar hasta deshacerlo. De, aún en cama, agarrar la almohada, girarme, y llorar amargamente. En lugar de ello me levanto, me preparo el primero del día y cojo un folio. Y escribo. Una vez dijeron que: "quizás un verso sea el acto mas valiente de un cobarde". Es cierto, solo los cobardes escriben. Y yo no me atrevo a llorar, por eso lo escribo.

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