UA-67049947-1

12 dic 2010

Dos gigantes



Los pájaros del otoño vinieron cargados de certeza y se fueron rotos por el miedo. Respiro hielo y si soy sincero no es falta de fuerza es… ¿para qué salir del agujero? Tus caderas mis cadenas. Me hundo en el océano de promesas que me ofrecen tus pupilas dilatadas y me ahogo cuando las destrozas al abrir la boca. No hay salvavidas posible ni material impermeable lo suficientemente resistente para impedir que una tras otra caiga en todas tus artimañas. Cuento musarañas. El frío no se va porque no tengo suficiente dinero como para comprar calor. Poesía en polvo lejos del esplendor y del movimiento de la masa tronando al lao de un cajón en mitad de un parque. Algo de droga blanda no tan blanda prometiendo calma no tan calma en los bolsillos de mis pantalones más grandes y algo de sueños aún por destrozar penden de los tirantes de tu sujetador. Nosotros dos no somos dos, somos gigantes. Lucha de titanes en primera fila. Entradas desde la barriada, nos arrastramos de banco en banco. No he dormido cómodo desde que no me reflejo en tu sonrisa. Tus caderas mis cadenas. Quiero que nos miren incómodos al pasar y que el desvarío etílico sostenido de mi cabeza se esfume. Quiero que dejes de aparecer entre los putos fideos de mi sopa.

Calle Numen en tu puta face po po po

2 comentarios: