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19 may 2009

No me cogereis vivo



-Maldita sea-gimió de nuevo Carl- Nos tienen por las pelotas

-Y una mierda, tenemos un rehén-dijo Shawn

-Sólo es un puto rehén, no debimos venir tan temprano-dijo Carl pasándose la mano por el pelo graso recogido en una coleta. Estaba sudando como un cerdo. En especial las manos. Las restregó contra los vaqueros- Deberíamos haber traído un cinturón de bombas o algo así

-¿Para atracar un jodido banco?-preguntó Shawn con sorna- Estamos en Ámsterdam no en Nueva York o en Irak

Carl hizo una mueca. Siempre le molestaba que Shawn se metiese con su país. No era un ciudadano ejemplar pero maldita sea, era americano y estaba orgulloso. Shawn encendió un Lucky Strike. Carl apenas sabía nada sobre Shawn. Aparte de que alguna vez fue australiano. Ahora era nómada.

-Deberíamos haber seguido atracando licorerías-dijo Carl abatido

-¡Y una mierda Carl!- gritó Shawn mientras se levantaba-Lo hecho, hecho esta, así que cierra la maldita boca. Todo hubiese ido sobre ruedas si aquel cabrón no tuviese complejo de héroe

”Aquel cabrón” era el encargado. Él había pulsado la alarma. Seguro que ni vio venir la bala. Shawn miró el reloj. Quedaban tres minutos para que el negociador volviese a llamar

-¿Qué vamos a hacer?- preguntó Carl- Deberíamos entregarnos

-¿Quieres entregarte?-preguntó Shawn

Carl simplemente encogió los hombros

-Podríamos hacer un buen trato

-Olvídalo- dijo Shawn- Atraco, secuestro y homicidio. Estamos en la mierda

-Nunca escaparemos-dijo Carl

Shawn simplemente sonrió. Hacia tiempo que esa idea rondaba su cabeza. Carl comprendió enseguida. Y al contrario de lo que Shawn creía Carl sonrió. Y se levantó.

-Si…tienes razón-admitió Carl

Se giraron hacia la puerta principal. Estaba infestada de policías. El teléfono móvil del bolsillo de la camisa de Shawn comenzó a sonar con una melodía de moda, era del estúpido cajero que estaba en el suelo amordazado. Lo descolgó y lo acercó a su oreja.

-Y bien chicos-dijo con voz suave -¿Habéis tomado una decisión?

-Así es-dijo Shawn

-¿Y cual es?- preguntó tratando de disimular su nerviosismo el negociador

Shawn miró a Carl quien sonrió y asintió con la cabeza mientras con la Remington al hombro se refugiaba tras el mostrador. Shawn cogió al rehén, quien gimió tras la mordaza. Le susurró que se escondiera en el baño y así lo hizo. El negociador gemía impaciente. Entonces Shawn sonrió a Carl. Quien armó la escopeta y apuntó hacia la puerta principal.

-No nos cogeréis vivos-dijo al impaciente negociador. Y dejó caer el móvil al suelo mientras desenfundaba su 9 mm.

2 comentarios:

  1. Es de antonio. Hicimos un intercambio, el me escribia algo para mi blog, y yo algo para el suyo. Creo que me ha puesto el liston muy alto. Espero, por lo menos, igualar su genialidad.

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