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5 nov 2009

Sus ojos




Estaba ahí. Como siempre. Simplemente estaba ahí. Cuando se cruzó en su camino. O más bien se estrelló contra él. Su musa. Llevaba toda su vida buscandola, y al fin le abordó. Tal y como a él le gustaba, tal y como él se lo imaginaba. Sin pedir permiso. Sin preguntar. Simplemente entró en su vida. Su musa.


Sus besos sabían como debían saber los besos de una musa. Sus dedos escupían palabras como solo sabían hacerlo los que habían sido tocados por algo así. No tardó en hacerse un nombre. Y junto a ella. Y sus besos.


Sus ojos verdes relucían como esmeraldas en medio de aquella oscuridad. Le hubiese gustado que fuesen verdaderas esmeraldas para poder alargar la mano y cogerlas. Guardarselas en el bolsillo. Así, en las largas y frías noches en las que se sentía solo en la cama, sin ninguna compañia aparte del zumbido del móvil avisandole de que ella también se sentía sola, podría sacarlas del bolsillo y contemplarlas en la oscuridad.


Estaba sentado en la barra de aquel bar, bebiendo solo. Ya no le quedaban amigos. No los necesitaba. Lo que necesitaba eran sus dos ojos verdes. Apoyados al otro extremo de la barra, coqueteando con aquel cerdo. Debería apuñarlo ahí mismo y volver a casa con los dos ojos en el bolsillo. Eso quizá le consolase, podría sentirla siempre que quisiese. En su bolsillo. Tal y como sentía su foto.


"Desmejorado. Muy desmejorado" Eso dicen los dos ojos verdes, que está muy desmejorado. ¿Porqué lo habrá adivinado? ¿Por la barba de tres días? ¿Por las botas manchadas de barro? O quizás porque tenía una botella de whiskey en la mano y estaba tirado en su portal. No sabía cuanto tiempo llevaba borracho. Desde luego bastante. "No has vuelto a publicar nada" dicen los ojos. "No he vuelto a escribir nada" dice la voz de un fracasado. No. Desde que ella se fue no volvió a escribir nada.


"Escritor prolífico". "Con talento y futuro". Pero que se había "arruinado y entregado al alcohol". "Una vieja gloria". Eso decían las críticas dispersas sobre su mesa. Estaba muerto a ojos de todo el mundo. Y a los suyos propios. Si no escribia no era nadie. Asi que bebía.


"Renacido de sus cenizas". "Tres novelas fabulosas en dos años tras cinco de silencio". "Vueleve con más fuerza que nunca". Las criticas recortadas yacían sobre su mesa. Junto a un vaso de whiskey. Ahora bebía para ahogar otras penas, otros recuerdos. Otros remordimientos. A su diestra los dos ojos verdes flotaban en un tubo de formaldehido. Su musa embotellada. Sonrió. Y comenzó a teclear.

Color carne.
Verde sobre color carne.
Marrón sobre color verde.
Blanco transparente sobre marrón-verde
Roll-Roll
Chispazo
Llama
Calada
Risas
Paz
Tormento interior -> Pequeño chispoteo
Remordimiento
Voces en mi cabeza apagan mis pensamientos
Sueño
Hambre
Risas
Sabanas blancas
Cierro los ojos
Y paz
Paz
PAZ


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