Es tan absurdo. Tan pequeño y tan…insignificante. Es como el pequeño detalle del plan que de tan ínfimo pasas de largo. Y ahora vas en un coche robado a 240km/h escapando de la policía con un maletín lleno de diamantes y se te ha olvidado llenar el puto depósito antes de cometer el atraco. Estás puteado. Me siento igual. Llevo toda la vida cuidándome, comiendo sano, haciendo deporte…es decir, sí, tuve mi época de beber casi todos los sábados y fumarme algún que otro canuto pero nada más allá de la que hemos tenido todos. Siempre fui responsable. Estudié duro y conseguí un gran trabajo que me encanta y por el que me pagan un huevo. Conseguí a la chica. Sí. Lo hice. Me costó sudor, lágrimas y sangre y muchos falsos intentos pero por fin conseguí a la chica que realmente era para mí. Todo perfectamente calculado. Los esfuerzos tremebundos obteniendo grandes resultados. Y ahora, el tipo este de gafas me lo repite porque le digo que no lo entiendo mientras Marta me aprieta la mano con fuerza:
-Hay una malformación en el feto
Simplemente absurdo. No lo entiendo.
Tan ínfima la posibilidad de que algo salga mal que piensas que nunca te tocará a ti, que nunca serás tú. Y pasa, y cuando pasa, piensas que la posibilidad no tenía que ser tan ínfima si te ha pasado a ti.
ResponderEliminarGran texto, aunque te lo diga siempre.
:)
life is hard, fuck the easy happiness
ResponderEliminarTodos tenemos algo que nos convierte la vida en una putada. A unos cual, a otros tal, pero todos terminamos jodidos al fin y al cabo. La vida es dura y después te mueres
ResponderEliminarduro, triste aunque tierno a la vez...
ResponderEliminarme crucé con tu blog de casualidad, en una de esas grandes casualidades.
un saludo!
igual de increible que siempre tío, no bajas el listón :)
ResponderEliminar