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3 jun 2009

Porn pt.1





Acarició suavemente su vientre con las yemas de los dedos, sintiendo erizarse el vello a su paso. Casi podía ver a través del tacto los minúsculos cabellos que solo percibía a contraluz, o con la mejilla pegada a su barriga. Ella gimió y dijo en voz muy bajita: “No, para, aquí no”. Pero su tono de voz no era convincente, casi había suplica en su gemido. Él deslizó los labios por su cuello y le mordió suavemente el lóbulo de la oreja izquierda. Ella volvió a gemir y se estremeció levemente, como alcanzada por un rayo. Él deslizó la mano derecha por la cara interna de su muslo derecho bajo su falda negra de vinilo, ella separó las piernas suavemente y pegó su espalda aún más al pecho de él, puso una mano detrás de la cabeza de él y le agarró fuertemente el cabello mientras levantaba la cabeza hacia arriba y la torcía hacia la derecha. Suspiró lenta y profundamente y buscó los labios de él. Él la besó suave y lentamente. Su mano izquierda seguía en su vientre, ascendiendo. Sus cuerpos se pegaron aún más. Él rozaba su entrepierna con el trasero de ella. Su erección era algo ya imposible de parar aunque quisiese. Y no quería. Cuanto más arriba deslizaba la mano derecha más podía sentir el calor que desprendía el sexo de ella. La mano izquierda encontró el sujetador. La besó con más fuerza, hundiendo la lengua en las profundidades de su boca que olía a champán. Levantó levemente la cadera para aumentar el contacto de su entrepierna en el trasero de ella. Agarró su pecho derecho con la mano izquierda mientras la derecha por fin encontraba la ropa interior de ella. Llevaba aquellas braguitas negras que a él tanto excitaban. Se las bajó hasta las rodillas. Ella abrió aún más las piernas. Sus lenguas volvieron a sus respectivos hogares y sus labios se separaron. Se miraron a los ojos mientras él ascendía suavemente de nuevo por su muslo. Las bocas entreabiertas, respirando entrecortadamente. Por un instante cesó de ascender y se miraron a los ojos. Únicamente. Todas sus fuerzas concentradas en el mero hecho de mirarse a los ojos. Como si pudiesen volcarse el uno encima del otro, como si pudiesen hacerse el amor, como si pudiesen fundirse en un mismo elemento tan solo con mirarse a los ojos. Y entonces, en un solo y rápido movimiento él alcanzó por fin su objetivo. Mientras seguía acariciando por encima sus pechos con la mano izquierda con la mano derecha buscó hasta localizar el clítoris de ella. Descubrió que estaba tan mojada que en realidad podría saltarse los preliminares, pero no, así era más morboso, le excitaba más. Acarició su clítoris con la yema del dedo índice con un movimiento circular. Ella gimió más fuerte. Con la mano izquierda levantó el sujetador y liberó sus pechos, que parecían a punto de explotar tras su wonderbrá. Sus pechos no eran excesivamente grandes, uno de ellos le cabia en la mano, pero eran duros y turgentes. Le encantaban sus pechos. Su tacto era tan suave… Sintió que las costuras de su pantalón iban a ceder en cualquier momento por la zona de la entrepierna. La bestia exigía libertad y amenazaba con romper las correas que la apresaban. Casi como si leyese sus pensamientos, la mano de ella se posó en el bulto en su pantalón. Le abrió la bragueta y le sacó el miembro apartando como pudo la tela de sus calzoncillos. Casi sintió más alivio que excitación. Casi. Su libido ardía. Abrió los labios de ella con los dedos índice y meñique. Introdujo con facilidad los dedos corazón y anular en su vagina. Estaba tan húmeda y caliente por dentro...Todo su cuerpo se sentía la lanza de Longinos, la espada de Conan. Todo él era una punta que buscaba penetrar en la carne. Todo él era su pene, su instinto sexual. Se echó hacia atrás separando la mano de su pecho y la otra de su vagina, también separó la de ella de su pene y la empujó hacia delante. Ella pegó la cara de lado a la pared y abrió las manos a ambos lados y las apoyó a la altura de los hombros. Echó hacia atras la parte inferior de su cuerpo y gimió más fuerte. "Hazlo ya" decía aquel gemido. Se agarró el pene y pasó la punta por los labios de ella, sin penetrar, solo sintiendo la unión de sexos, que no de cuerpos, y lubricando su glande. Ella gimió otra vez. Él tenía las mismas ganas pero le gustaba sentirse dominante. Y susurró:

-¿Quieres más?

Y vosotros, ¿quereís más?

5 comentarios:

  1. Joder.

    Espero que solo seas cabrón cuando escribes, y que no dejes a las tias a medio relato, es malo para el corazón... y bueno, para otras cosas también. XD

    Y también espero que no tardes tanto en volver a escribir, por eso de no perder el hilo y tal...

    Por cierto, creo que el lunes nos vemos. Me gusta el café con un buen tema de conversación, asique espero no llevarme una desilusión ;)

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  2. Quiero que le heches más leña al fuego.
    Buenas palabras + Buen tema + Sutileza=V.R.S

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  3. "Todas sus fuerzas concentradas en el mero hecho de mirarse a los ojos. Como si pudiesen volcarse el uno encima del otro, como si pudiesen hacerse el amor, como si pudiesen fundirse en un mismo elemento tan solo con mirarse a los ojos" "La bestia exigía libertad y amenazaba con romper las correas que la apresaban" ME ENCANTAN . . . me e pueso palott

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  4. Eres elegantemente insinuante y sutilmente enfermo jajajaja

    Good job Pepsi :)

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  5. Joder, no se los demás pero yo quiero más.

    Y sí, espero que esto solo se aplique a lo escrito y no dejes solo la puntita. xD

    E3... digoooo, adios

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